Francisco de Quevedo
(1580-1645)
Conoce la diligencia con que se acerca la muerte
Ya formidable y espantoso suena
dentro del corazón el postrer día,
y la última hora negra y fría
se acerca de temor y sombras llena.
Si agradable descanso, paz serena
la muerte en forma de dolor envía,
señas da su desdén de cortesía:
más tiene de caricia que de pena.
¿Qué pretende el temor desacordado
de la que a rescatar piadosa viene
espíritu en miserias anudado?
Llegue rogada, pues mi bien previene
hálleme agradecido, no asustado:
mi vida acabe y mi vivir ordene.