LA DOROTEA
por Lope de Vega

III

Al son de los arroyuelos
cantan las aves de flor en flor
que no hay más gloria que amor
ni mayor pena de celos

Por estas selvas amenas,
al son de arroyos sonoros,
cantan las aves a coros
de celos y amor las penas.
Suenan del agua las venas,
instrumento natural,
y como el dulce cristal
va desatando los hielos,
al son de los arroyuelos
cantan las aves de flor en flor
que no hay más gloria que amor
ni mayor pena que celos.

De amor las glorias celebran
los narcisos y claveles,
las violetas y penseles
de celos no se requiebran.
Unas y otras se quiebran
las ondas por las orillas
y como las arenillas
ven por cristalinos velos,
al son de los arroyuelos
cantan las aves de flor en flor
que no hay más gloria que amor
ni mayor pena que celos.

Arroyos murmuradores
de la fe de amor perjura,
por hilos de plata pura
ensartan perlas en flores.
Todo es celos, todo amores,
y mientras que lloro yo
las penas que amor me dio
con sus celosos desvelos,
al son de los arroyuelos
cantan las aves de flor en flor
que no hay más gloria que amor
ni mayor pena que celos.